La feria de Sevilla es bonita. La gente no deja de acudir a esta cita de carácter internacional ya porque cada vez noto más extranjero perdido por entre las calles. Este año ha estado muy bien, hemos entrado en la caseta que hemos querido y prácticamente estaban vacías. Un poco de agobio por las calles pero no mucho. Hemos ido tres días, uno de prueba con los niños (vaya como nos llovió), otro con la familia y otro al circo. En total hemos gastado bastante dinero contando trajes de flamenca y complementos. Calculo que unos 500 euros largos. Y no somos de las familias más feriantes. No puedo imaginar cuánto se habrán gastado esas familias que viven cada feria como si fuera la última, cosa que a más de uno nos gustaría vivir.